Se despertó como cada mañana en una cama diferente, y su primer pensamiento fué el anelo de una misma cama donde dormir cada noche.. Después, se dió cuenta de que esa cama nunca existió ni nunca existiría,y suspiró.. Volvió a cerrar los ojos unos segundos intentando relajarse y ser positiva, cuando un recuerdo se apoderó de ella.
Una cama, con sábanas negras, caliente, blanda, acojedora, la más cómoda donde su cuerpo reposó. Un holor, que aún solo su mero recuerdo la hace estremecer, simplemente, el olor más agradable del mundo entero. Y unos brazos,fuertes pero delicados, abrazándola con fuerza por detrás, pero también con mucho amor, haciendola sentir protegida, segura, querida..
Abrió los ojos de nuevo al escuchar sonar su iphone, atendió la llamada y aún con una voz roca le dijo a su manager que en 10 minutos estaría en la sesión.
Al cerrar la puerta de la suite con prisa y aún colocandose el Louis Vuitton izquierdo a saltitos, se paró a pensar en que ciudad estaba, y su cerebro le dió la respuesta.
Llamó el ascensor y marcó la planta 0, al bajar le pareció que iva lento demás para la prisa que tenía y se dió cuenta de que llegaría tarde, como siempre. Recordó esas tardes de verano e las que siempre llegava tarde a la estación, simplemente por areglarse demás, o muchas otras veces, por mala suerte, pero aún así, siempre era recivida con una sonrisa y un beso. Se recostó contra el espejo que estava tras ella y, suspiró.
Salió del lujoso hotel donde estava ospedada eses dias y buscó su maserati por aquella calle de New York, y condució entre el tráfico hasta la mansión donde realizó la sesión de fotos.
Posó con quilos de maquillaje y conjuntos caros ante la cámara horas seguidas, y al acabar le pidió al fotografo realizar una sesión con una modelo que antes había visto entre vestidores. Este no se atrevió a negarse ante ella y cediendole su cámara fué a llamar a la modelo.
Mientras realizaba fotografías con posturas mucho más simples y naturales de lo que la modelo que posaba estava acostumbrada, recordó algo. Ella solía coger su Canon a escondidas y sacarle fotos a traición, sabía que no le gustava sacar fotos pero, a ella le encantava después poder quedarse mirando esas imágines, la hacían sentirse mejor. Entonces pensó, que hacía demasiado tiempo que no abría esa cajita que siempre la acompañaba con los pequeños recuerdos instalados en objetos, pero no le hacía ninguna falta, recordava bien toda su cara, su cuerpo, cada poro de su piel. Demasiado bien, gritó su cabeza por dentro. Por eso mismo estava ahora allí, sacando unas fotos parecidas a las que tiene gravadas en la cabeza, y lo peor, en el corazón.
En el camerino, sacándose el maquillaje, miraba con un aire triste sus labios en el espejo, extrañaba tanto el tacto de los sullos. Entonces llamaron a la puerta, y saliendo de su ensoñación empezó a marcar trabajos nuevos en su agenda con su manager. Entonces, pasó. Le recordó que la gira comenzaría en Miami el 9 de ese mes, el sabado.
Ese número la apuñalo en lo más ondo, estava acostumbrada a finjir ser de hielo, ya era más que una experta en el papel que desempeñaba, pero esta vez, no fué capaz de disimular. Su cara cambió completamente y se quedó blanca, cavizbaja. Fué entonces cuando la hermosa mujer que tenía delante, asustada por su expresión nunca antes vista, preguntó que pasaba, que si estava todo bien. Y porfin, mientras una lágrima nacia en sus ojos y recorría su mejilla, un tímido "no" salió de sus labios.
Tan solo unas horas más tarde, después de una conversación que más parecía entre dos amigas, subía al avión con los conciertos de toda la semana cancelados.
Nada más tocar tierra firme con sus Louis Vuittons, buscó un número en su agenda y llamó. Solo un poco después ya le habían entregado su maserati y se ponía en dirección al sur.
De camino y en manos libres hablaba con una vieja amiga, que le sirvió de mucho. Le dijo que estava de camino y que necesitava un favor, saber donde estava su ex.
Acelerando, en media hora se puso delate de su vieja casa, donde ya la esperavan. Después de un reencuentro y un café con la típica conversación, llegó la importante. Obtuvo unos datos que necesitava.
Esa noche se fué a dormir en una cama un tanto más familiar, donde aquel cuerpo que tanto añoraba ya la habían amado una vez.
Al sonar la alarma del hiphone dió un pequeño bote entre las sábanas, y por primera vez en mucho tiempo se levantó enseguida. Un rato después estava delante de la casa de otra vieja amiga con la que no tenía contacto hace ya demasiado. Llamó a la puerta con esperanza, pero lo único que obtuvo fué una nueva dirección de quien buscaba, lo cual ya no es malo del todo.
Ante ella, después de algunos momentos sentimentales, le contó el porqué de su vuelta y, le pidió ayuda. Asique se dirigieron en coche hacia su destino. Tenían una dirección que antes consiguiera, pero necesitaban comprovarla. Por lo tanto, dejó a su amiga en el lugar mientras ella se puso en camino hacia otro. Y en este, fué llegar, entrar, hablar con el encargado del lugar y pasar un cheque con bastantes ceros.
Volvió a la dirección anterior, y notó como le temblaban las piernas, ahora que iba sola, solo de pensar en lo cerca que podría estar. Esto la llevó a un recuerdo, a un banco, en una noche de invierno, donde mirando nerviosa el suelo, temblaba, temblaba mucho. Hasta que una suave mano le giró la cara y mirandola fijamente la besó, por primera vez.
Salió de su ensoñación al escuchar la puerta del maserati abrirse, la chica entró y simplemente sonrió ampliamente asintiendo.
Pasó el resto del dia en la playa, escuchando música sentada cerca del mar, aprovechando que lo tenía tan cerca de su vieja casa. Pensando en lo cerca que estuvieran, y en el gran error que podría estar a punto de cometer, pero se obligó a borrar las ideas negativas rapidamente. Lo que sí no parava de pensar, era en como sería ese reencuentro que tenía planeado, en si le gustaría lo que tenía encargado, en si todavía la estaría esperando, si todavía se acordava de ella.. Necesitava volver a sentir, el destino no les permitiera una vez ser felices, y puso tierra de por medio, pero eso no significaba que esta vez si pueda ser así. Es cierto que había cumplido casi todos sus sueños, pero nada de lo que tenía le sabía bien sin tener a alguien con quien compartir cada cosa. Sobretodo, si ya sabía con quien vivir por fin su vida. La fama y el dinero, solo era algo complementario, pero si es cierto que fué lo que le permitió hacer muchas cosas y cumplir mchos más sueños, pero tuvo que luchar mucho, asique, ahora, que por fin iva a atreverse a volver como le había prometido, no se hecharía hacia atrás. Lucharía todo lo que hiciera falta para volver a Nueva York acompañada, y seguir así el resto de sus vidas. Pero para todo esto, tendría que esperar al día siguiente, sábado 9.
Pero parecía nunca llegar, aún acostándose temprano, ya que se quedó dando vueltas en la cama hasta que se durmió. Amaneció y ella seguía en la cama, cuando se levantó ya era tarde, comió algo y se puso a conducir. Fué al concesionario de Mercedes donde el día anterior había comprado un coche. Y pidió que le hicieran el favor de llevarlo hasta su siguiente destino.
Muy cerca de este lugar, apenas en la calle anterior, aparcó su coche después de varias sesiones de escalofríos, y piernas temblorosas. Cojió el Mercedes SLK 200 blanco asique el amable señor entraba en un taxi pagado por ella para volver. Y volvió a aparcar, delante de un café, esa era la dirección, y el lugar donde el día anterior una amiga comprovaba que efectivamente trabajaba allí, como otra buena amiga le había dicho al encontrar esta información por internet, en alguna página social en común.
Dentro del coche aún, sin conseguir mirar hacia el lugar, respirando lento para intentar tranquilizarse, hasta que miles de recuerdos de momentos increíbles junto a esa persona, el amor de su vida, como siempre le dijo, y para siempre, le hicieron levantar la mirada.
Y allí estava, no se lo pudo creer al principio, pero encuanto se dió cuenta de que estava sonriendo como hace demasiado tiempo ya no hacía, no pudo evitar lo inevitable. Seguía estando tremendamente enamorada, como podría no estarlo? Estava allí, mirando el coche, como es normal ya que siempre fué el de sus sueños, con su típica postura chulita que tantas veces había visualizado antes de acercarse para fundirse en un abrazo, y fumando un cigarro. Sin envargo, la postura tenía algo de mágico, era dulce al mismo tiempo que macarra, y sexy al mismo que bastante normal. Volvió a sentir su corazón, al igual que las mariposas en el estómago, pero lo peor, volvió a sentir esa fuerza invisible que la arrastraba hacia aquellos ojos impresionantes que estava a punto de ver más de cerca.
Salió, con gafas de sol escuras, unos pitillos justos, una blusa blanca, una americana negra, y sus Manolos, junto con su pelo castaño claro, medio ondulado, suelto.
Y por suerte o desgracia, el café entero se quedó mirando a la atractiva chica saliendo del coche de lujo, especialmente alguien en concreto. Sobretodo al reconocer la celebriti, pero no por ello, sino por ser quien era, o por lo menos quien había sido, la mujer de su vida.
Se siguió acercando con pasos firmes aunque por dentro se estava derritiendo, hasta estar frente a frente, entonces sonrió, sacó las gafas enseñando sus ojos grandes ligeramente maquillados que brillaban como nunca, mientras que su pelo se meneó un poco desprendiendo un agradable perfume con el movimiento.
Entonces, un cigarro calló al suelo consumido, y los labios de una dulce boca se separaron por la sorpresa, justo antes de escucharse dos nombres.
-Cristina..
-Filipa..